sábado, 15 de abril de 2017

Cuando la enfermedad se asoma y nosotros queremos escondernos

Cuando la enfermedad se asoma y nosotros queremos escondernos


Cómo especialista en Bioneuroemoción® y como a través de Cid "Centro de Investigación para el Desarrollo emocional" he podido observar que cuándo la enfermedad se asoma entre el transgeneracional y el ser, nos toca a nosotros descifrar el mensaje , identificar el patrón de pensamiento que nos guste o no imprime su huella en el cuerpo deteriorándolo.

Abrazar la enfermedad no quiere decir quedarnos ahí, por el contrario es aceptarla y de ahí regresar a la salud, es como estar en el fondo del mar , para sanar solo debemos soltar ese peso personal o transgeneracional que por algún contrato habíamos aceptado y al soltar subimos hacia la salud.

La enfermedad se esconde en "la sombra ", esa gran carga transgeneracional y se manifiesta en situaciones, relaciones , síntomas físicos o enfermedades derivadas del árbol, refiere E. Corbera y añade "La sombra es inconsciente , por definición no podemos saber si estamos o no activando algún programa".

El principal tema con el que nos encontramos ante " la enfermedad " es el conflicto de diagnostico, pues al recibir el " Pronóstico del médico" hacemos más caso a su lenguaje no verbal que al Verbal y el cual es muy poco empatico , lo que incrementa nuestros miedos.
Una de las maneras de recuperar la coherencia y la salud consiste en estar en armonía con tu propia sombra , decía Carl Jung : la sombra solo es peligrosa cuando no le prestamos la debida atención.

Ante cualquier enfermedad podemos reflexionar sobre el "Epílogo a cerca de la "sombra" que alguna vez leí en un libro de Enric Corbera:
Querida sombra (enfermedad ) , te permito que te manifiestes ; tu liberación es mi futura sabiduría; tu expresión me permite realizar mi vida plenitud.
Sal del anonimato para que pueda conocerme. Sal del anonimato para que pueda saber cuál es mi potencial .


En mi propia vida he aprendido que si la sabes descifrar , la enfermedad es un regalo siempre y cuando lo sepamos abrir y recibir el mensaje. Mientras el consultante pelee con ella, la empodera y ¿adivina quien gana?

Saludos 

Salvador García Tapia 

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